15.12.07

MEMORIAS DE UN MEDICO DE URGENCIAS (PARCHIS JAJAJA chiste imbecil)

Otro verdadero problema de la asistencia sanitaria viene dado porque, desde tiempos inmemoriales, los médicos nos hemos caracterizado por escribir haciendo uso de una letra endiablada que solamente son capaces de descifrar lo más avezados boticarios.
Acudió una señora mayor a Urgencias contando un abigarrado cuadro de molestias abdominales y estreñimiento. Fue valorada por la residente de turno, quien, tras realizarle toda clase de pruebas, no encontró nada de particular, salvo el citado estreñimiento que, en parte, venía dado por los malos hábitos alimenticios de la buena mujer. Así es que le aconsejo, y dejó reflejado en el informe de alta, que todos los días tomara una o dos piezas de fruta.
Hasta ahí todo hubiera ido bien, de no ser porque dos días más tarde la buena señora se presentó de nuevo en el Servicio de Urgencias. Al ser atendida por la residente que ese día estaba de guardia le contó:
-Mire, señorita, yo he intentado seguir a rajatabla lo que me indicó su compañera, la que me atendió el otro día. Pero, por más voluntad que pongo, me siento incapaz de hacerlo, porque del estreñimiento que padecía he pasado a tener una diarrea que me está dejando hecha unos zorros y eso ¡que ni mucho menos soy capaz de comerme las ciento dos piezas de fruta que me mandó la doctora!- Se quejó la paciente con toda la amargura reflejada en el rostro, al tiempo que tendía el informe que le habían dado la víspera en el que la residente había escrito para abreviar “TOMARÁ 1 O 2 PIEZAS DE FRUTA CADA DÍA “.Ni que decir tiene que la nueva residente dejó muy clarito que tomara “una o dos” piezas al día, evitando la numeración árabe de su compañera que fue la que generó toda la catástrofe evacuatoria de la pobre paciente.
La siguiente entrada esta sacada del libro MEMORIAS DE UN MÉDICO DE URGENCIAS. DR. LUIS JIMÉNEZ DE DIEGO, JEFE DEL SERVICIO DE URGENCIAS EN EL HOSPITAL CLÍNICO DE MADRID.

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