18.1.10

Cada día tenemos el honor de dar el regalo de la vida.
Puede ser doloroso, puede ser aterrador. Pero al final vale la pena, cada vez.
Todos tenemos la oportunidad. Quizás el regalo sea el tratar de disculparte.
Quizás sea entender el punto de vista de otra persona.
Quizás sea el guardarle un secreto a un amigo.
La alegría supuestamente está en el dar. Así que cuando la alegría desaparece, cuando el dar se siente más como una carga es cuando paras.
Pero si eres como la mayoría, das hasta que duela.
Y luego, das un poco más.

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